“No importa que pienses que estás muy ocupado; tienes que encontrar tiempo para leer o rendirte ante una ignorancia autoescogida”
Confuci
Leer siempre es beneficioso. No es solo lo que leemos, sino el tiempo que le dedicamos. Los beneficios son bien conocidos: mejora la capacidad de comprensión, la memoria y la concentración, además de estimular el lenguaje, el desarrollo cognitivo y la creatividad, en el caso de los niños.
Si un niño tiene dificultades en el momento de la lectura, lo primero que hay que hacer es comprobar si tiene el nivel adecuado para leer. En caso de que sea así y las dificultades sigan, debemos sospechar de un problema visual, y realizar un buen análisis visual sería lo más adecuado.
Un error refractivo no detectado y, por tanto, no compensado y/o una corrección deficiente, problemas acomodativos o de convergencia (o ambos a la vez), unos movimientos oculares imprecisos para hacer el seguimiento de las letras o la necesidad de poner un dedo para leer: seguro que nos dificultan el placer de la lectura.
La visita al óptico u óptica optometrista es necesaria. En la mayoría de los casos, una actualización correcta del sistema es suficiente, pero también podría ser necesaria la terapia visual para mejorar la convergencia y la acomodación y, así, conseguir que el sistema visual trabaje con la máxima eficiencia y pueda leer mejor.
La lectura es muy importante en el proceso de maduración del infante. Para identificar a los niños y niñas que tienen dificultades y poder tomar las medidas necesarias, sería conveniente implantar un plan de revisión visual en las escuelas. Además, si durante la intervención se detectaran más anomalías, se derivaría a otros profesionales sanitarios con un informe visual completo.
Este artículo se publicó en febrero de 2024 en la revista Optometristes.cat número 32.
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